miércoles, 12 de agosto de 2015

OSEAS. CAPÍTULO 4.

Pleito con los sacerdotes (Sal 50). 


41Escuchad la palabra del Señor, hijos de Israel:
el señor pone pleito a los habitantes del país,
que no hay verdad ni lealtad
ni conocimiento de Dios en el país,
2sino juramento y mentira, asesinato y robo,
adulterio y libertinaje,
homicidio tras homicidio.
3Por eso gime el país y desfallecen sus habitantes:
hasta los animales salvajes,
hasta las aves del cielo,
incluso los peces del mar desaparecen.
4Aunque nadie acuse; nadie reprenda;
¡contigo va mi pleito, sacerdote!
5Tropezarás de día y contigo
tropezará el profeta de noche.
6Perecerá tu patria, perecerá mi pueblo,
por falta de conocimiento.
Porque tu has rehusado el conocimiento,
yo te rehusaré mi sacerdocio;
te olvidaste de la ley de tu Dios,
también yo me olvidaré de tus hijos.
7Cuantos más son, más pecan contra mí;
cambiaré su dignidad en ignominia.
8Se alimentan del pecado de mi pueblo
y con sus culpas matan el hambre.
9Pueblo y sacerdote correrán la misma suerte:
les tomaré cuenta de su conducta
y les daré la paga de sus acciones.
10Comerán y no se saciarán,
fornicarán sin quedar satisfechos,
porque abandonaron al Señor
para entregarse a la fornicación.

Fornicación idolátrica (Ez 16) 

11(La fornicación), el vino y el licor
quitan el juicio a mi pueblo,
12consulta a su leño,
escucha el oráculo de su vara;
porque un espíritu de fornicación
los extravía y fornican
abandonando a su dios.
13Sacrifican en la cumbre de los montes
y queman ofrendas en las colinas,
debajo de encinas y álamos
y terebintos de agradable sombra.
Y así se prostituyen vuestras hijas
y adulteran vuestras nueras.
14No castigaré a vuestras hijas por prostituirse
ni a vuestras nueras por sus adulterios,
porque ellos mismos se van con prostitutas
y sacrifican con rameras del templo
(El pueblo incauto va a la ruina).
15Eres madre prostituta, israel,
¡que no lo pague Judá!
No vayáis a Guilgal, no subáis a Betavén,
no juréis "¡vive el Señor!".
16Si Israel embiste como vaca brava,
¿va ahora a apacentarlos el Señor
como a corderos en la pradera?
17Efraín se ha aliado con los ídolos,
18los príncipes de los borrachos
se han entregado a la prostitución,
sus jefes hacen corte a la deshonra.
19Un huracán la envolverá en sus alas
y sus altares los defraudarán.


Explicación.

4-11 Forman la segunda sección mayor del libro. Como la primera, comienza con un pleito (4,1s y 2,4) y concluye con el retorno (11,10s y 3,5). Es semejante la dinámica del desarrollo. En la primera había: infidelidad y alejamiento (fornicación, adulterio), intentos de rechazo y transformación, nuevo comienzo en el desierto, reconciliación. En esta segunda: alejamiento (idolatría, alianzas), una vuelta falsa (culto mecánico), fracasos históricos, nuevo comienzo en Egipto. Apreciamos dos sustituciones significativas: los ídolos e imperios ocupan el lugar de los amantes; el comienzo no está en el desierto, sino en Egipto.


       El verbo volver, retornar, apoyado a veces por buscar, hace de hilo conductor: 5,4; 6,1; 7,10.16; 8,13; 9,3; 11,5. En la resolución final está sustituido por ir o venir. Dentro de esta segunda parte, algunas inclusiones menos rigurosas permiten separar cuatro secciones, según el siguiente esquema:

4,1-5,7             tropezar             en 4,4 y 5,5.

5,8-7,15           ir buscar volver en 5,11.15; 6,1 y 7,10.11.16

8,1-14              mi ley en 8,1 y 8,12

9,1-11,11         volver y habitar en 9,3 y 11,5

       Las cuatro comienzan por imperativo. A la división formal no corresponde una separación rigurosa de temas, pues se dan recurrencias e interferencias. Quien compuso el libro con los materiales del profeta respetó bastante las piezas originales. Nuestra división en unidades menores, con los títulos, son parte sustancial del comentario.

4,1-3 Podemos leer estos versos como introducción a la sección entera, ya que plantean la acción judicial del pleito, se dirigen a todos los israelitas y enumeran una serie amplia de delitos: tres carencias y siete acciones.

         Verdad y lealtad pueden sintentizar las actitudes que gobiernan las buenas relaciones entre los hombres. Conocimiento de Dios es el acto responsable de reconocer y aceptar, y puede incluir el trato personal. En Oseas tiene valor inclusivo, ocupa el puesto que otras tradiciones asignan al temor o respeto de Dios (que falta en Oseas); equivale al cumplimiento del primer mandamiento. En la lista siguiente, varios están tomados del decálogo.

          Tierra y habitantes, hermanados en el castigo, se intercambian los papeles: la tierra hace duelo, los habitantes se marchitan. Despoblada de vida animal, la tierra queda vacía, en cierto sentido deshecha (cfr. Is 45,18; Sof 1,3).

4,4 Se podría traducir también: "¡Eh!, que no venga uno pleiteando y otro arguyendo". Como rechazando objeciones de los encausados, al estilo de Jr 2,23.35.

4,4-10 El pleito se concentra de momento en los sacerdotes; pues, aunque los secunde un profeta y los siga el pueblo, ellos cargan con la responsabilidad principal. El desarrollo semeja un sucederse de minúsculas sentencias judiciales que aplican la ley del talión a delitos particulares.

         El sacerdote debe ser mediador del "conocimiento" auténtico de Dios, no simple funcionario de práctica rituales. Como funcionario puede vivir del pecado ajeno, pues come víctimas ofrecidas por pecados (Lv 6,19; 1 Sm 2,12-15). A más pecados, comida más sustanciosa. El profeta, en vez de denunciar el abuso como hizo Samuel, se vuelve su cómplice.

4,7 Texto sometido a "corrección de escribas". El original sería: "cambiaron mi gloria en ignominia", con probable alusión al becerro de Betel (cfr. Sal 106,20).

4,10a Al castigo normal de comer sin saciarse (Lv 26,26; Miq 6,14) se añade otro sarcástico que coloca en paralelismo comer y fornicar. En vez de "quedar satisfechos", otros traducen "sin propagarse" (cfr. Ex 2,12), aludiendo quizá a relaciones con prostitutas sagradas como rito de fecundidad.

4,10b Es difícil señalar el límite de la perícopa. Por una parte, el verbo shmr pide complemento; por otra parte, fornicar es tema de la siguiente perícopa.

4,11-19 Del culto en el templo pasa a los altozanos idolátricos; no se dirige a los sacerdotes, sino al pueblo. El tema principal es la "fornicación", como indica la séptuple repetición de znh. 

          En imagen matrimonial, el culto a los baales locales es adulterio, infidelidad al Señor; entre sus prácticas se cuenta la prostitución sagrada, a la cual podrían reducirse otros pecados. Las chicas solteras se prostituyen: ¿ritualmente?; las casadas cometen adulterio, ¿ofreciéndose ritualmente? (cfr. Prov 7). La comunidad en figura materna es modelo de todas.

4,11 "Vino y licor": es uso profano o cúltico; como las tortas de uvas de 3,1.

4,12 "Leño" es designación despectiva de ídolo; lo mismo podría ser "vara", si no se trata de un instrumento de adivinación (rabdomancia). En vez de "inspiración" divina, se mueven por inspiración fornicaria, idolátrica; siguiendo los oráculos de los ídolos (Hab 2,18s).

4,13 La sombra del árbol idolátrico simboliza la protección divina (Sal 121,5; Nm 14,9).

4,14c Parece glosa, comentario de un lector, con un verbo raro (Prov 10,8.10).

4,15 Leo "madre" corrigiendo la vocal. La referencia a Judá podría ser glosa (como 1,7). Al estilo de Am 5,5 y 8,14, invita a suspender las peregrinaciones a lugares de culto idolátrico o contaminado. Guilgal, al principio legítimo, después pervertido (Jos 5,2-9; Os 9,15; 12,12); Bet-Aven = Casa funesta, deformación de Bet-El = Casa de Dios. También prohíbe jurar por Yhwh en lugares donde el culto está baalizado o donde se representa al Señor en imagen de toro (Ex 32,5; 1 Re 12,29).

4,16 Si el profeta pensaba en la imagen prohibida del toro, se explica mejor el salto a la imagen pastoril. No va a pastorear el Señor una vaca brava.

4,17 La última cláusula hebrea es muy dudosa.

4,18 Con una corrección ligera leo "los príncipes de los borrachos" como título satírico.

4,19 El castigo es teofánico y delata el fracaso de la idolatría.

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