miércoles, 19 de agosto de 2015

OSEAS. CAPÍTULO 8.

Han roto la alianza (Ex 32; 1 Re 12,25-33) 

81¡Emboca la trompeta!
Que un águila se cierne sobre la casa del Señor.
Porque han roto mi alianza
rebelándose contra mi ley.
2Me gritan: "Te conocemos, Dios de Israel".
3Pero Israel rechazó el bien;
que el enemigo lo persiga.
4Se nombraron reyes sin contar conmigo,
se nombraron príncipes sin mi aprobación.
Con su plata y su oro
se hicieron ídolos para su perdición.
5Hiede tu novillo, Samaría, ardo de ira contra él.
¿Cuándo lograréis la inocencia?
6Porque ¿qué es ese toro?, ¿acaso un dios?
Un escultor lo hizo, no es dios,
se hace astillas el novillo de Samaría.

No valen alianzas ni fortalezas (Os 7,8-12)

7Siembran viento y cosechan tempestadoes;
las mieses no echan espiga ni dan grano,
y si lo dieran, extraños lo devorarían.
8Han devorado a Israel,
es ya entre las naciones un cacharro inútil.
9Pues han marchado a Asiria
como burro cimarrón.
Efraín contrata su amor;
10pues, aunque lo hayan contratado
con las naciones,
yo los atraparé, y empezarán a disminuir
por las cargas del Rey soberano.
11Porque Efraín multiplicó
sus altares para pecar,
para pecar le sirvieron sus altares.
12Aunque les dé multitud de leyes,
las consideran como de un extraño.
13Aunque inmolen víctimas en mi honor
y coman la carne, al Señor no le agradan.
Tiene presentes sus culpas
y castigará sus pecados:
tendrán que volver a Egipto.
14Israel olvidó a su Hacedor
y construyó palacios,
Judá fortificó muchas ciudades;
pues prenderé fuego a sus ciudades
y devoraré sus alcázares.

Explicación.

8,1-6 Nueva deslealtad: quebrantar la alianza. Esta exige el reconocimiento de Yhwh como Dios exclusivo y soberano de Israel, y el cumplimiento de las estipulaciones o mandamientos. Contra su reconocimiento como Dios único, está la idolatría; contra el reconocimiento como soberano, está el instituir otras autoridades sin contar con él. El profeta considera ídolo la imagen de toro de Betel (5-6), porque Yhwh no admite ser representado en figura alguna. Aunque haga declaraciones verbales (2 corregido), el pueblo no respeta las exigencias de la alianza.

8,1 El "águila" es la potencia enemiga (Hab 1,8; Ez 17,3), que se cierne sobre Israel, que es la "casa del Señor", y el profeta toca a rebato (Ez 33). Algunos corrigen "águila" y leen "como centinela".

8,3 La persecución del enemigo es consecuencia de la mala elección de Israel (cfr. Dt 28,22.45; 32,30).

8,4 Recordamos que Saúl fue nombrado con la aprobación del Señor, y que el rey Jeroboán I contó con un oráculo profético (1 Re 9).

8,5 Dos palabras son ambiguas en este verso. El primer verbo, "rechaza" (transitivo) o "hiede", repugna. El último sustantivo: "inocencia" o "impunidad". No sabemos si la ambigüedad es intencional. El novillo idolátrico provoca la ira del Señor, mientras que el pueblo sigue en su culpa, porque los sacrificios ofrecidos a esa imagen no valen para expiar.

8,6 El comienzo del texto está corrompido. Lo analizamos en sus posibles componentes, orientados por el contexto. El novillo no es dios ni puede ser imagen del Dios verdadero.

8,7-14 Continúa el tema de la infidelidad. Es deslealtad al Señor soberano hacer alianzas con otras potencias (9) o confiar la seguridad nacional a defensas militares (14), otro tanto, renegar de la ley y confiar en un culto pervertido (11-12). La conducta se vuelve contra ellos: de su prosperidad se aprovechan otros (7), su aliado los abruma con tributos (10), el culto no es aceptado (13) y las fortalezas son pasto del fuego (14). El final será volver a Egipto, es decir, desandar la historia ¿definitivamente?

8,7 El comienzo tiene aire de refrán y como tal se ha perpetuado. Es maldición trabajar para provecho ajeno (cfr. Dt 28,16-18.30.33).

8,9-10 El  nombre de Efraín, por asonancia, atrae la imagen del onagro o asno cimarrón. Las alianzas con el imperio, no menos que la idolatría, son amoríos venales, que saldrán caros; porque el emperador no procede por amor, sino por interés. El verbo "reunir" es extraño en este contexto; lo interpretamos metafóricamente, por "atrapar".

8,11-12 La multiplicidad de altares locales sirve sólo para multiplicar las culpas. Y a la multitud de leyes recibidas del Señor se les niega validez jurídica, como promulgadas por un extranjero.

8,14 Quizá sea adición todo el verso. Al menos la presencia de Judá es muy sospechosa. Am 1,7.10.

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